El tiempo no se detiene, los segundos pasan inexorablemente… No podríamos vivir sin medir el tiempo. En este mundo que vivimos, lleno de prisas, a contrarreloj, siempre pendientes de un horario, se hace imprescindible el objeto con el que medir el tiempo: el reloj. Siempre me fascinaron los relojes, de todo tipo: redondos, cuadrados, de péndulo, de cuerda, de bolsillo, de muñeca… pero el de cuco me encanta… Ese pajarito que sale del nido anunciándonos cada hora me chifla. Quizás algún día compre uno para mi casa, aunque ya la tengo llena de relojes… No veas el trabajito dos veces al año, cada vez que nos cambian al horario de verano o al de invierno. Bueno, mientras tanto, me voy a quedar con este y si tienes la suerte de pasar por aquí a una hora en punto oirás el gracioso cu-cu activando el sonido:
El tiempo… Siempre pendientes del reloj, ¿Verdad? A mi también me gustan mucho los relojes, tienen su magia. Besos desde Oviedo, saludos a Mieres del Camino, en donde tengo buen@s amig@s y gratos recuerdos. Buena semana amiga. (Salma)