Fábula

Un pajarito volaba hacia el sur para invernar. Hacía tanto frío, que el pajarito, helado, cayó al suelo agotado.

Mientras estaba tendido en el suelo, pasó una vaca y dejó caer unas boñigas sobre él. Envuelto entre el estiércol, el pájaro se dio cuenta de lo calentito y a gusto que estaba allí. Se sentó tan feliz que empezó a cantar de alegría.

Oyendo al pájaro cantar “pío, pío, pío” se acercó alertado un gato a investigar. Cogió al pajarito entre sus dientes, se lo llevó al río, lo lavó y cuando estuvo limpito se lo zampó en un plis plas y siguió su camino.

La fábula tiene moraleja:

No todos los que te cubren de caca son tus enemigos, no todos los que te la limpian son tus amigos y mientras estés cubierto de mierda nunca digas ni pío.